El lifting facial, estiramiento facial o ritidectomía es un procedimiento quirúrgico para mejorar los signos visibles de envejecimiento de la cara y el cuello.
Conforme el individuo envejece, la piel y los músculos de la región de la cara empiezan a perder tono. Las consecuencias de esta pérdida de tono es que los pliegues de la boca y la nariz se acentúan, el reborde mandibular pierde definición, los pómulos pierden volumen y se producen acúmulos grasos en la región submentoniana y en el cuello.
El lifting facial no puede detener el proceso de envejecimiento pero puede mejorar considerablemente este proceso mediante el tensado de las estructuras más profundas de la cara, la readaptación de la piel de la cara y el cuello y la extirpación de áreas seleccionadas de grasa. Un lifting facial puede realizarse aisladamente o en conjunto con otros procedimientos, como un lifting de cejas (frontal), liposucción, cirugía estética de párpados, o cirugía estética de nariz.
El lifting facial se individualiza para cada paciente.
El mejor candidato para un lifting facial es el que tiene una cara y cuello que han empezado a relajarse, pero cuya piel tiene elasticidad y su estructura ósea está bien definida.
Procedimiento del Lifting
La Intervención
El lifting cervico-facial puede realizarse bajo anestesia local más sedación o con anestesia general dependiendo de la complejidad de la cirugía. Si se realiza con anestesia local más sedación, el paciente se siente relajado y la cara está insensible al dolor; con anestesia general el paciente está dormido durante la operación.
Las incisiones comienzan generalmente a nivel de las sienes, disimuladas en el pelo, se extienden por una línea natural que pasa justo delante de las orejas y continúa detrás del lóbulo de las orejas hacia la parte posterior del cuero cabelludo. Si es preciso trabajar sobre el cuello, se puede hacer una pequeña incisión detrás de la barbilla. Generalmente se separa la piel de la grasa y los músculos subyacentes.
La grasa del cuello o “papada” puede extirparse mediante una liposucción para mejorar el contorno de la cara. Después se tensan los músculos subyacentes y por último, la piel, extirpándose la que sobra. Tras la cirugía se suele colocar un vendaje ligero.
El lifting quirúrgico a nivel frontal, con abordaje abierto, ha caído en desuso desde la aparición de la toxina botulínica y otros sistemas basados en hilos tensores o mecanismos de anclaje. Estos últimos permiten subir unas cejas caídas a través de mínimas incisiones ocultas por el cabello.
Postoperatorio
Es normal que existan ciertas zonas de la piel adormecidas, esta sensación desaparece en unas semanas o meses. El paciente deberá mantener la cabeza elevada durante unos días después de la cirugía para disminuir la inflamación. Si se le han colocado tubos de drenaje, estos se retiraran en un par de días; los vendajes se retiran entre el primero y el quinto día tras el lifting.
No se sorprenda por el aspecto hinchado y amoratado de los primeros días; recuerde que en pocas semanas su apariencia será normal. La mayoría de los puntos de sutura se retiran a los cinco días; los puntos o grapas del pelo se retiran más tarde.
La mayoría de los pacientes que se someten a un lifting se encuentran bien en 2 días, pero debe descansar durante la primera semana. Sea especialmente cuidadoso con la cara y el pelo ya que estarán más sensibles durante un tiempo.
Aunque su cirujano plástico le proporcionará instrucciones concretas, algunas recomendaciones son: evite actividades extenuantes durante al menos 2 semanas, evite baños de vapor o saunas durante varias semanas y limite la exposición solar durante unos meses. Sobre todo descanse y permita que su cuerpo emplee toda su energía en una buena curación.
Al principio, su cara puede parecerle extraña debido a la inflamación y sus movimientos faciales pueden parecer algo lentos. Pueden persistir algunos moratones durante 2 a 3 semanas y también puede cansarse con más facilidad.
Para la tercera semana su aspecto será mucho mejor. La mayoría de los pacientes vuelven a trabajar entre los 10 días y las 2 semanas después de la cirugía. Si es preciso, puede aplicarse maquillaje para disimular los moratones.
Posibles Complicaciones
Puede presentarse alguna complicación, como los hematomas, la lesión, casi siempre temporal, de los nervios que controlan los músculos faciales, la infección y las reacciones a la anestesia.
Los problemas de cicatrización son más frecuentes en fumadores. Se pueden minimizar los riesgos siguiendo de manera cuidadosa las instrucciones de su cirujano plástico, tanto antes como después de la cirugía.
Los Resultados
Los resultados son muy satisfactorios y se sentirá feliz, siempre y cuando comprenda que el resultado no es inmediato. Incluso después de que el hinchazón y los moratones desaparezcan, el pelo alrededor de las sienes puede ser fino y la piel puede estar un poco seca y áspera durante al menos unos meses.
Las cicatrices del lifting pueden disimularse gracias tras el pelo y en los pliegues naturales de la cara. En cualquier caso irán disminuyendo con el tiempo haciéndose poco visibles.
Un lifting no detiene el envejecimiento. La cara de un paciente que se ha sometido a esta intervención seguirá envejeciendo con el paso del tiempo, pudiendo incluso volver a querer someterse a un nuevo lifting tras 5 o 10 años.
Sin embargo, los resultados son duraderos. Tras varios años de tratamiento seguirá pareciendo más joven.