Desde 1990 se comenzaron a utilizar los hilos de autosustentación. Con
una guía se pueden colocar en cualquier parte del cuerpo, aunque su mayor
aplicación se realiza en la región facial para reafirmar y levantar el cuello,
la región media del rostro, los pómulos o malares y las cejas.

Este procedimiento está diseñado para contrarrestar las fuerzas estéticamente negativas que se generan con el paso del tiempo y devolver al rostro los ángulos juveniles perdidos y además se restaura parte de los
involucionados o atrofiados.

La tensorplastia se trata de una técnica que no utiliza incisiones, solo perforaciones con agujas, en donde las mismas sirven de guías para colocar los hilos.

En la actualidad se usan los hilos reabsorbibles, los cuales son más seguros y generan menor reacción alérgica, estimulan la producción de colágeno y dejan una fibrosis fisiológica de sustentación.

Los hilos tensores se puede combinar con otros procedimientos:

• Plasma rico en plaquetas
• Injerto de tejido adiposo o graso
• Rellenos sintéticos (ácido hialurónico) ,
• Lipoescultura o lipo aspiración de zonas que así lo requieran.